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jueves, 1 de diciembre de 2011

WONG KAR WAI

Por: Alexis Caballero Gálvez.

Desde que el cine dio sus primeros frutos, las relaciones sentimentales han sido y seguirán siendo uno de los temas más tocados. Wong Kar Wai busca resaltar historias de amor y la visión de la vida de manera poética en sus películas. En tres de sus famosos filmes: Chunking Express (1991), In the mood for love (2000) y My Blueberry Nights (2007) podemos percibir el tiempo que las diferencia, ya que este hombre mantiene su esencia por los temas sentimentales pero va descubriendo detalles que poco a poco aprende a manifestar a través de sus obras.  

La película “In the mood for love” es considerada la mejor de éste hongkonés, la misma que llegó a ser nominada por los Premios BAFTA, Independent Spirit Awards. Pero sin duda alguna, la película que le abrió las puertas para conocer el cine de occidente es Chunking Express. 

Es a partir de esta ocasión, que decide combinar su cultura (asiática) con la occidental adoptando el estilo de  Hollywood, permitiendo que logre realizar una película maravillosa como My Blueberry Nights, que a pesar de estar hecha en un país diferente al de sus orígenes, mantiene el estilo deslumbrante de su personalidad. La película se estrenó a nivel mundial el 28 de noviembre de 2007, teniendo consigo una recaudación de taquilla en España de 435.985 euros y en Estados Unidos de 867.275 de dólares. 

Wong Kar Wai ha recibido 5 premios más importantes del Festival de Cine de Hong Kong en 1991
Por otro lado, My Blueberry Nights reúne la esencia de las diferentes películas realizadas por Kar-Wai (Chunking Express e In the mood for love). Es como si se tratara de una especie de fusión fílmica, solo que la última se encuentra en un tiempo más cercano y en un estilo que acapara la atención del público. La similitud existe ya que nos trata de contar decepciones amorosas (detalle que se asemeja al de las primeras películas) y la forma en la que los  personajes buscan encontrar la tranquilidad para afrontarlas (aunque a veces no resulte). Este filme muestra emoción en cada una de sus escenas. La violencia es más intensa que en las otras películas. El amor se origina en un momento inesperado. 

En el tema audiovisual también se puede apreciar cómo la tecnología ha ido avanzando en cada una de sus películas y cómo ha plasmado todo lo que aprendió desde sus inicios. Chungking Express (1994) no usa la misma tecnología que My Blueberry Nights (2007) porque han sido realizados en tiempos distintos. El buen uso de las tomas y el manejo de los planos aseguran el éxito del material. Los primeros planos realizados en My Blueberry Nights remarcan las emociones de los personajes durante su desarrollo en la historia. El juego de efectos borrosos es parte del estilo que busca marcar el director (lo cual funciona de la mejor manera posible). La utilización de colores cálidos permite disfrutar al máximo cada una de las escenas.

En My Blueberry Nights, Kar Wai cuenta la historia de Elizabeth, una joven quien después de darse cuenta que ha sido engañada por su pareja busca la tranquilidad y la felicidad que cree merecer. Durante el tiempo que ella misma se otorga para reflexionar, va conociendo personas que de alguna manera aportan en su recuperación frente al suceso doloroso y la dirigen a retomar su vida. Conoce a Jeremy quien es dueño de un bar y es también víctima de una infidelidad. Él continúa atado a su relación pasada y lo de muestra a través de las llaves que guarda como parte de su dolor. También conoce a Arnie, un policía atado a una decepción amorosa y quien busca refugio en el alcohol para no sentirse solo. Por último está Leslie, una mujer a la que no le importa nada y que poseía claros síntomas de ser una persona ludópata. Vive despreocupada y persigue la idea de que la confianza no debería existir. Cada uno de estos personajes le trasmite un mensaje a Elizabeth, quien supera lo vivido gracias a las enseñanzas de cada una de las personas a las que conoce. 

My Bluebbery Nigth ha ganado El Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro en el 2007
La música en todas las películas está empleada dependiendo de las situaciones. Las canciones utilizadas son el fiel acompañante de las distintas situaciones que nos muestra Kar-Wai, quien pone al descubierto su pasión por la música. My Blueberry Nights nos muestra parte de la música norteamericana de la actualidad. La película cuenta con canciones de Norah Jones (The Story), Cat Power (Living Proof), entre otros norteamericanos que ponen su talento para el filme. 

Wong Kar Wai es sin duda poseedor de una visión y una estética propia. Tiene la capacidad de enlazar lo visual con lo artístico y gracias a ello puede transmitir realidades emocionales.

GUERRA A LA LUZ DE LAS VELAS

Por: Alexis Caballero Gálvez

Guerra a la luz de las velas es el primer libro de cuentos del escritor peruano y norteamericano Daniel Alarcón. Este libro escrito en primera instancia en inglés (War by Candlelight) ha sido finalista de uno de los premios de literatura más reconocidos en tierras gringas: PEN/Hermingway en el años 2006. Algunos de los relatos que se encuentran en el libro han sido publicados en revistas importantes como The New Yorker.

La obra contiene 11 cuentos. Cada historia nos da a conocer diferentes pasajes que este escritor ha ido acumulando en su estadía en el Perú y las vivencias de inmigrantes peruanos que conoce en los Estados Unidos. Alarcón tiene la suerte de conocer dos culturas y poder plasmarlas en los relatos del libro. El tema general es la guerra interna que vive una sociedad como la nuestra y la difícil batalla que tienen que sobrellevar los inmigrantes peruanos en un país ajeno. Pero estos dos puntos (la suerte del escritor y el tema de cabecera) no fueron aprovechados de la mejor manera. 
En mayo de 2007 fue invitado a formar parte de una embajada cultural estadounidense, con la misión de recorrer el Oriente Medio presentando sus obras

La inexperiencia del autor tarde o temprano le pasaría factura. El tratar de juntar dos panoramas culturales en diferentes relatos, mezclar historias de situaciones creadas por el terrorismo y enseguida contarnos vivencias de parejas enamoradas, genera que el lector entre en confusión y desesperación por identificar las verdaderas intenciones del autor. 

El exceso de metáforas hace que la lectura se vuelva pesada. El uso incorrecto de los tiempos (pasado y presente) hace que las historias se pierdan en su misma trama.  La extensa descripción otorgada a los personajes y a los lugares donde se viven los casos relatados ocasiona que el autor olvide los finales y el objetivo concreto propio de cada cuento.

En algún momento creí que era un libro que me iba a emocionar. El título y la imagen de la portada llamaron mi atención, pero esa ilusión se dispersó cuando inicié la lectura. El libro está lleno de anécdotas extrañas donde en un párrafo te puedes emocionar y en el otro, estresar. No quiero decir que este libro esté escrito por alguien mediocre, al contrario, es obra de un hombre reconocido en Estados Unidos y Latinoamérica.  Es claro que el plan no dio resultado. 

Sus personajes generan un tipo de confusión en sus cuentos. Al ser demasiados, generan que el lector piense por un instante que se trata de una novela (ya que estas poseen varios personajes). Uno de estos cuentos llamó mi atención y obviamente que el personaje también. El cuento “Guerra a la luz de las velas” era el que más se acercaba al concepto que uno podía tener del título, no porque se llamará igual, sino por la historia en sí y el personaje que formaba parte de ella: Fernando.  

Fernando es un hombre que experimentó el antes, durante y el después de la revolución que se vivió a raíz del terrorismo en nuestro país. Un hombre que tuvo que combatir con la guerrilla en la selva, que vivía con su esposa y sus hijastros en un barrio pobre donde los apagones eran el pan de cada noche y hasta tenían que dormir entre las velas. Fernando vio morir a su madre y nacer a su hija durante esos días de guerra social. Fue un hombre que tuvo que pasar dificultades y estas lo volvieron más fuerte.  Fernando era como su padre: 

“… el corazón de Fernando era como el suyo: nostálgico pero combativo, afectuoso pero suspicaz, capaz de atar grandes ideas en intricados nudos de ansiedad personal. Es la manera en el los hombres, empiezan a cargar el mundo a sus espaldas, su forma de aceptar esa responsabilidad no a través de sus mentes, sino de sus corazones.”

Guerra a la luz de las velas resultó ser una decepción más de los tantos libros que he leído. Deja un sin sabor literario en mi vida y sin la posibilidad de querer volver a sentir el riesgo ante algo nuevo. Siento que el libro carece de esencia propia, virtud que se puede haber filtrado al momento de su traducción al español. 
Varios de los relatos del libro han sido publicados en revistas de Estados Unidos

EL PONY DE MIS PESADILLAS

Mi primera vez

Por: Alexis Caballero Gálvez.

Hoy, después de 14 años, aún recuerdo como si fuera ayer el suceso que marcó gran parte de mi niñez, y ahora que tengo 20 años aún mi piel se pone de gallina al tan solo revivir esa desafortunada experiencia. Si la primera vez que un niño se cae es el inicio para que puedan vencer sus miedos, para mí fue todo lo contrario. Gracias a esa primera vez que dejó secuelas en mi vida, puedo admitir que aún tengo miedo a muchas situaciones y me cuesta enfrentarlas como debería de ser.

Desde pequeño existía un feeling por los animales, pero fue recién a los 6 años que mis padres decidieron llevarme a una granja cerca de la casa, una que se encontraba en Chorrillos y que llevaba como nombre “La Granjita de Metro”. Como todo niño entusiasmado y amante de los animales, recorrí cada rincón y vi a cada uno de ellos como los más hermosos que podían existir sobre la faz de la tierra. Era parte de mi mundo mágico donde los animales y yo éramos los principales protagonistas. 

Pero todo cambio radicalmente Es a partir de este momento que hubiera querido que mi primera vez nunca sucediera y que mis ojos jamás hubieran puesto atención a aquel animal que hizo de mi primera caída la más traumática, lastimosa y que todavía queden consecuencias en mi vida. 

Ese animal era un tierno e inofensivo pony, quien soportaba que los niños se treparan a él. También yo quería ser uno de esos mocosos. Les rogué a mis padres para dar un paseo en ese animal que cautivó mis ojos. Ahora, los protagonistas éramos el pony y yo. Luego de tanta espera llegó mi turno de subir y dar aquellas vueltas que deseaba desde que vi al animal. Me sentía el niño más afortunado del mundo, que al fin había cumplido su sueño que tanto esperaba minutos antes. Todo iba de la mejor manera, hasta que de pronto el pony que tanta ternura me transmitió en un principio, se convirtió en el animal más salvaje que he conocido. Me botó y caí en el arenal como un saco de papas. El impacto fue impresionante, jamás voy a olvidar que durante el proceso que me botaba de él y caía al suelo solo atiné a gritar: “¡mamá!”, con la fuerza que jamás lo he hecho y con el miedo que un niño puede tener cuando en ese momento no tiene a sus padres para que lo puedan sujetar y amortiguar del impacto. 

El pony suele medir 150 cm de altura y pesan alrededor de 100 kg.

Desperté en una ambulancia después de muchos minutos, todo el cuerpo me dolía y cuando vi a mis padres junto a mí, volví a cerrar los ojos para seguir descansando. Según me contaron años después, ellos pensaron lo peor en ese momento, que su pelirrojo iba a morir, pero jamás pensaron que si sobrevivía el acontecimiento iba a marcarme por toda la vida.

Pasé varios días internado en la clínica. Sufría con la comida y teniendo que estar quieto en la cama como si estuviera jugando a los encantados. Solo esperaba salir de ese lugar y volver a casa. Ese día llegó, pero no todo salió como lo esperaba, me costó muchos meses volverme a reponer y ser el niño juguetón y travieso que papá y mamá no podían controlar. Tuve que ir al psicólogo por el trauma que había dejado la caída. Fui durante 3 meses a la clínica para que me hagan algunos “chequeos” para ver que todo este normal. Todo dio un giro inesperado. No volví a ser el niño de antes.

Jamás olvidaré mi primera y más dolorosa caída. La cual ha dejado secuelas hasta el día de hoy. Tener miedo a montar bicicleta, subir a una moto, patinar. Temor a todo aquello que me haga acordar al pony que por minutos adoré y que por años detesté

La raza más antigua es la Exmoor. Animales utilizados para actividades de tiro



BIENVENIDOS AL BAÚL DE PALABRAS

Una caja de zapatillas pasadas de moda. El cajón de tu mesita de noche. El bolso que usaste en la secundaria. El techo de tu casa y hasta la habitación extra para huéspedes. Cualquier objeto en desuso  o rincón desocupado puede convertirse en tu propio baúl de recuerdos. No existe persona que deseche sus recuerdos por completo. En alguna circunstancia de la vida suelen ser útiles. 
El baúl de palabras es una suerte de almacén de textos que poco a poco se irán poniendo al descubierto para lectores que deseen conocer nuevas propuestas. El baúl de palabras te llevará a descubrir un mundo en donde serás el  protagonista y junto con las historias podrás escribir un nuevo capítulo en tu vida.

El baúl de palabras abre sus puertas y te invita a conocer sus profundidades, esas que visten de letras y que con el tiempo van a ir contándote aventuras y posturas que tienes que leer y conocer. Bienvenidos a la aventura. 

Las palabras forman oraciones. Oraciones que llenan y fortalecen el alma